jueves, 10 de julio de 2008

Educar en la responsabilidad
Esto implica comenzar desde muy pequeño hasta que se consolide el hábito, que será un sólido cimiento de grandes beneficios futuros, tanto en la etapa escolar -en cumplimiento de horarios de estudio y tareas- como en su desarrollo intelectual general, pues deberá enfrentar y solucionar problemas.
En concreto, superar pequeños desafíos cotidianos, lo que además refuerza su seguridad y autoestima.
Es importante recordar que en tanto más pequeños los niños, más apoyo requieren, a través de la motivación, aceptación y afecto.
Cuando un niño hace algo que fortalece la responsabilidad debe obtener de inmediato un refuerzo positivo en felicitaciones, abrazos y besos
.(AMPARO CORTES - COLEGIO MARISTA)

El aprendizaje de la responsabilidad
A los niños que no sean considerados responsables de sus actos les será más difícil aprender de sus experiencias. Enseñar a los niños a ser responsables no quiere decir enseñarles a sentirse culpables. Los que tengan sentido de la responsabilidad poseerán los medios, las actitudes y los recursos necesarios para valorar con eficacia las diferentes situaciones y decidir de forma consecuente para ellos y para los que se encuentran a su alrededor.(AMPARO CORTES - COLEGIO MARISTA)

¿Cómo enseñar a los niños/as a ser responsables?
Para enseñar a los niños a ser responsables tiene que existir un programa claro de recompensas y alabanzas que ofrezca respuesta a su comportamiento (aspecto este al que hemos hecho referencia anteriormente). Por otro lado, el niño seguirá siendo irresponsable si la respuesta que obtiene es la crítica excesiva, la exposición al ridículo o a la vergüenza. Los niños a los que se recompensa por ser responsables van desarrollando gradualmente la conciencia de que la responsabilidad y los buenos sentimientos están relacionados; y, con el tiempo, disminuye su necesidad de recompensas externas.
Las siguientes pautas nos pueden ayudar a responder la pregunta planteada en este apartado.
(AMPARO CORTES - COLEGIO MARISTA)

Desarrolle la sensación de poder del niño/a


Cuando se tiene sensación de poder se poseen los recursos, oportunidades y capacidades necesarias para influir sobre las circunstancias de la propia vida. Enseñar a los niños a ser responsables incrementa su sensación de poder.(AMPARO CORTES - COLEGIO MARISTA)



Ayude a los niños /as a tomar decisiones
Los niños que han aprendido a ser responsables toman mejores decisiones que los que no han aprendido a serlo. Podemos contribuir a aumentar la capacidad del niño para tomar decisiones si ayudamos a:· Resolver los problemas que crea la necesidad de tomar una decisión.· Buscar otras soluciones.· Seleccionar una de las alternativas mediante la valoración de sus consecuencias.· Valorar la eficacia de las decisiones por medio de una discusión posterior.(AMPARO CORTES - COLEGIO MARISTA)

Establezca normasy timites.
Utilice tareas y obligaciones para crear responsabilidad
Tareas y obligaciones son cosas concretas: se puede especificar cómo, cuándo y quién debe hacerlas. Esto ayuda a desarrollar la capacidad de organización y manejar los propios recursos.(AMPARO CORTES - COLEGIO MARISTA)

Sea coherente
Es la mejor forma de indicar al niño que los adultos dicen las cosas en serio. Los adultos coherentes ayudan a los niños a sentirse seguros. Cuando no existen normas claras y evidentes, no hay manera de ser coherente. (AMPARO CORTES - COLEGIO MARISTA)
No sea arbitrario
Ser arbitrario significa hacer algo diferente de lo que se había dicho o hacer algo sobre lo que no se había advertido. Para evitar ser arbitrarios debemos aclarar lo que queremos, comunicar estas expectativas de forma sencilla y directa, y concretar cuáles son las consecuencias esperables si el niño actúa en consonancia o no con esas expectativas.(AMPARO CORTES - COLEGIO MARISTA)(AMPARO CORTES - COLEGIO MARISTA)

Educar en la libertad y responsabilidad
Uno de los grandes objetivos en la educación de nuestros hijos es la educación en la libertad. Una libertad entendida para conseguir hacer el bien. Para educar a nuestros hijos en la libertad, los padres, hemos de esforzarnos en mejorar personalmente y ayudar a mejorar a los hijos.Dice el profesor Yela:"El hombre puede educarse porque es libre y puede ser libre porque se educa, solo se educa al hombre liberándolo, sólo se libera educándole".(AMPARO CORTES - COLEGIO MARISTA)

LOS DERECHOS DEL NIÑOS


Educar en la libertad
Es fomentar más autonomía y más responsabilidad en quien se educa. Respecto a la autonomía es importante conseguir: Que tengan iniciativas. Que sepan elegir. Que sean consecuentes. Recuerdo la anécdota de aquel niño pequeño a quien preguntaban la definición de jersey y contestaba: "prenda que nos ponemos cuando la abuelita tiene frío". También es bueno que por decidir corran el riesgo de equivocarse, ya que "la experiencia es la madre de la ciencia".Respecto a la responsabilidad apoyarse en:Encargos, adecuados a su edad y carácter. Administración de dinero para gastos personales. Puntualidad en los horarios establecidos en el hogar: hora de levantarse o ir a dormir, tiempo para el estudio, para el descanso, para las aficiones, para el tiempo libre, etc...AutoridadPara desarrollar la libertad de los hijos, los padres hemos de llevar a término una autoridad valiente y prudente. Esta autoridad ha de estar sujeta al espíritu de servicio y avalada por el prestigio personal. No podemos decir, por ejemplo: "Tengo ganas de acertar una quiniela para no pegar golpe". Y exigir que nuestros hijos estudien.Dice Oliveros Fernández de Otero: "Los padres con autoridad-servicio y autoridad-prestigio son comprensivos pero sobre todo son contagiosos, saben estimular por su manera de hacer".Los padres hemos de tener autoridad, también, para ayudar a educar la voluntad de los hijos para que aprendan a hacer buenas obras. La obediencia del hijo se ha de alcanzar no por autoritarismo ni por sobreproteccionismo sino por amor. Por esto, la flexibilidad, ser capaces de rectificar, de cambiar de opinión, conocer el por qué del comportamiento del hijo en un momento determinado y valorar lo que es importante siempre, permanentemente, o aquello que solo es importante temporalmente, nos ayudará a la comprensión y a vivir un clima positivo y de confianza que facilitará el ejercicio de una buena autoridad.Educar la libertad de nuestros hijos será conocer sus posibilidades reales, enseñar a observar y razonar, nunca imponer, sino que entiendan cual es la conducta adecuada en cada momento. Todo esto dando testimonio, ya que los padres somos el espejo de convicciones firmes para ayudar a la responsabilidad personal y a la felicidad de los hijos, que con su entendimiento, reconocerán lo que es bueno y con su voluntad lo llevarán a buen término.
(AMPARO CORTES - COLEGIO MARISTA)

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